jueves, 23 de octubre de 2014

Existir...
Vivir... 
¿Son lo mismo?

Existir es el hecho de estar. Vivir, en cambio, es movimiento.

Hoy en la mañana desperté sabiendo que tenía un mundo de trabajo esperando en la oficina, y, ¿saben? Me sentí bien con ello; me gusta ir a mi trabajo y entretenerme haciendo informes, yendo a supervisar obras, sacando cuentas, haciendo pruebas... Levantarme temprano en la mañana sabiendo que en un punto de la ciudad me espera una silla, un escritorio y una computadora para servirme en el día, o que tendré que salir a carretera rumbo a una planta de asfaltos.

Llevo desde hace unos días pensando acerca de qué es lo que le da valor al hecho de vivir, lo que me parece más satisfactorio es el hecho de crear; hacer algo. Me dí cuenta de esto mientras lijaba/pintaba/barnizaba uno de los muebles de mi cuarto; terminar y ver el resultado de horas de trabajo es gratificante. Pueden ser pequeñas cosas quizás; como mis pinturas, o mi afán de cocinar las que me hacen sentir viva, útil. Claro que por otro lado también tenemos en un lugar bastante especial a las experiencias, experimentar es movimiento, vida. Va desde cosas mundanas como el sabor de helado que uno escoge a la práctica de algún deporte extremo.  



Muchas personas existen,
pero ¿Cuántas viven?

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